QUE LA PAZ SEA CONTIGO

Bendiciones

Palabras como “Bendiciones”, “Que bendición haberte encontrado” o “Dios te bendiga”, entre otras, nos hacen sentir bien, cómodos, tranquilos y con una sensación de bienestar y paz por dentro y por fuera

Manos / Ilustración
Manos / IlustraciónCréditos: Pixabay
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23 Mar 23 - Bendiciones

¿Qué sientes cuando, por ejemplo, al ceder el asiento a alguien, esa persona te dice “Dios te bendiga”? O ¿Cuándo sales de casa y escuchas antes de cerrar la puerta un “Dios te acompañe”?

Palabras como “Bendiciones”, “Que bendición haberte encontrado” o “Dios te bendiga”, entre otras, nos hacen sentir bien, cómodos, tranquilos y con una sensación de bienestar y paz por dentro y por fuera.

Más allá del tema religioso que la palabra pueda contener, e independientemente de la religión que cada quien profese, una bendición es una expresión de un deseo de bien hacia una persona.

La costumbre de dar una bendición es muy antigua. El término proviene del vocablo latino que hace referencia a la acción y efecto de bendecir; lo que es una forma de denominar la acción de alabar, ensalzar o engrandecer algo o a alguien.

Recibir una bendición es recibir la expresión de un deseo de bienestar que se dirige a una persona o a un objeto y que, a través de la propia expresión, se concreta. Al momento en que se pronuncia la bendición, se materializa la acción de bendecir.

Expresiones como “que te vaya bien” o “fuerza para superar esto” también se entienden como bendiciones.

Bendecir es tan sencillo como saludar a alguien. Los pueblos antiguos tenían fórmulas de saludo que aportaban paz a sus relaciones. Por ejemplo: "Que la paz sea contigo”, se recoge en la expresión árabe "salam aleykoum", así como en la fórmula hebrea "shalom aleichem", o más moderna "shalom", para desear la paz y también para decir "¡hola!". Del mismo modo, en francés, cuando decimos “bonjour”, en inglés “good morning” o en español “buenos días” a alguien, siempre existe la conciencia de que, al decirlo, estamos deseando algo positivo a la otra persona.

La bendición es un deseo que en nuestra cultura representa una presencia y significado especiales porque, sobre ese deseo, se depositan buenos augurios para nuestros seres queridos; ya sea familia, amigos o simplemente alguien que ha hecho algo por nosotros y que nos hizo sentir bien.

Otro de sus múltiples usos funciona cuando se da la plena aprobación y aceptación a algo. O para expresar que algo es muy bueno o trae con ello alegría, esperanza, júbilo o gozo.

Bendecir es “decir el bien”. Hablar y pensar en positivo. Cuando bendices algo o a alguien, estás dándole la orden al universo para que lo engrandezca. Significa que valoras a esa persona –o situación– y que deseas que sea mejor. Bendecir es sumamente positivo para quien bendice, pero también para quien recibe la bendición porque, además de hacer sentir al otro apreciado, querido y lleno de energía positiva, quien da la bendición también se siente agradecido y en paz.

Una bendición es una forma de mirar una situación, una persona o el universo, con los ojos de Dios, Jehová, Allah, Shivá o como cada quien lo llame dentro de sus propias creencias.

Recibir una bendición siempre nos sienta bien, nos da tranquilidad y paz. Como dice Elisabeth Kübler Ross “Aprende a ponerte en contacto con el silencio dentro de ti y saber que todo en esta vida tiene un propósito. No hay errores, no hay coincidencias. Todos los eventos son bendiciones que se nos dan para aprender”

¡Gracias por sus bendiciones!

Mujer con brazos extendidos / Ilustración / Pixabay