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¿Alguna vez has experimentado un cambio profundo en tu vida y simultáneamente has cambiado de corte de cabello? Esto no es una coincidencia, a decir verdad. Nuestro cabello es la extensión física de los pensamientos. Cada uno de nuestros cabellos nos representa a nosotros mismos, pues son puntos de alianza fuertes, tanto de nuestro cuerpo como de espíritu. Hoy te hablaré de la importancia de estos.
De acuerdo con la historia, encontramos que los hombres y mujeres sabias llevaban el cabello largo. En las guerras entre tribus, si alguien perdía, era esclavizado; a las mujeres les cortaban el cabello a la altura de los hombros y a los hombres, los rasuraban; ese era el símbolo de la esclavitud. El cabello simbolizaba una señal de libertad y respeto.
El cabello controla la influencia interna interconectada con los sistemas glandulares, en especial con la glándula pituitaria. Desde el punto de vista yogui, el cabello es un regalo de la naturaleza, vital para poder manejar la energía. De acuerdo con esta teoría, el cabello se mantiene mejor si no se corta y si se amarra en el tope de la cabeza con un nudo Rishi, a fin de concentrar la energía solar en la glándula pineal y despertar la energía Kundalini.
Ahora bien, recientes estudios clínicos comprueban que la forma en la que nos arreglamos el cabello es directamente proporcional a nuestro temperamento. Si llevas raya en medio, se representa la alineación del pensamiento. Las trenzas simbolizan la unidad del pensamiento con el corazón. El cabello suelto significa seguridad y recogido, convencimiento.
Los pueblos indígenas encontraron que la forma de llevar el peinado podía también describir y anunciar la participación en diferentes actividades, como el matrimonio, la guerra, la alegría o el duelo. El peinado se acompañaba de tocados que brindaban estatus en la sociedad o señalaban tiempos de paz y guerra.
A los niños indígenas se les enseñaba a lavar y enjuagar el cabello. Cortar la cabellera era un símbolo de proceso de duelo o proximidad con la muerte. En aquel entonces, no se permitía que alguien le tocara el cabello a otra persona sin su permiso.
Cada pelo es como una antena que recoge y canaliza la energía del sol a los lóbulos frontales, la parte del cerebro que utilizamos para meditar y visualizar. Estas pequeñas antenitas son conductores que poseen una gran cantidad de energía cósmica.
Cuando el cabello alcanza su máxima longitud, se produce fósforo, calcio y vitamina D, mismos que entran en el líquido linfático y cefalorraquídeo a través de los conductos del cerebro. Esto mejora la memoria y brinda energía física y resistencia.
Cada célula de nuestro organismo tiene memoria, por eso es común que cuando cerramos un capítulo de nuestra vida, pensemos en un corte de cabello como una necesidad de renovarse hasta recuperar nuestra vitalidad.
Te comparto algunos consejos de cuidado del cabello. Es recomendable usar un peine de madera para reactivar la circulación y estimular el cuero cabelludo, de esta manera se evita también la electricidad estática. En caso de que estés muy cansado, se sugiere peinar el cabello de adelante hacia atrás, de atrás hacia adelante y luego varias veces a la derecha y a la izquierda, esto te refrescará sin duda.
Nuestros ancestros decían que las mujeres debemos peinarlo dos veces al día y eso nos ayuda a mantener la lozanía, así como un ciclo menstrual saludable y buena vista. Las canas o cabellos blancos incrementan el flujo de energía y vitaminas, lo que compensa el envejecimiento. Lo más recomendable es dormir con el cabello suelto o en una trenza floja. Nuestro cabello es clave en nuestra salud física y emocional.